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Ejemplos de vulgarismos

Los vulgarismos son expresiones lingüísticas que se apartan de las normas gramaticales y léxicas aceptadas en una lengua, generalmente consideradas como inapropiadas o vulgares en contextos formales.

Estas expresiones a menudo reflejan el uso coloquial y popular del lenguaje, y suelen surgir de la simplificación o mal uso de palabras y estructuras gramaticales.

Aunque son comunes en el habla cotidiana, es importante reconocer cuándo y dónde utilizarlos de manera adecuada, ya que su uso inapropiado puede dar una impresión negativa.

Tipos de vulgarismos

Los vulgarismos pueden clasificarse en varios tipos, que incluyen:

  • Vulgarismos léxicos: Cambios en el significado de una palabra o el uso de términos ofensivos.
  • Vulgarismos fonéticos: Alteraciones en la pronunciación de palabras.
  • Vulgarismos gramaticales: Errores en la estructura gramatical de las oraciones.
  • Vulgarismos sintácticos: Uso incorrecto de la sintaxis.
  • Vulgarismos semánticos: Cambios en el significado de una frase o expresión.

Ejemplos de vulgarismos

A continuación, se presentan 40 ejemplos de vulgarismos que ilustran las diferentes formas en que se pueden manifestar:

Vulgarismos Léxicos:

  1. «Chido» en lugar de «bien».
  2. «Jalar» en lugar de «atraer».
  3. «Chamaco» en lugar de «niño».
  4. «Chisme» en lugar de «cotilleo».
  5. «Wey» en lugar de «amigo».

Vulgarismos Fonéticos:

  1. «Asín» en lugar de «así».
  2. «Amos» en lugar de «vamos».
  3. «Mejol» en lugar de «mejor».
  4. «Abuelita» en lugar de «abuelita».
  5. «Pijama» en lugar de «piyama».

Vulgarismos Gramaticales:

  1. «Haiga» en lugar de «haya».
  2. «Corri» en lugar de «corrí».
  3. «Hoygan» en lugar de «oigan».
  4. «Cantemoslo» en lugar de «cántemelo».
  5. «Ando estudiando» en lugar de «estoy estudiando».

Vulgarismos Sintácticos:

  1. «Voy a la tienda mi mamá» en lugar de «Voy a la tienda con mi mamá».
  2. «Me prestas tu libro» en lugar de «¿Me prestas tu libro?».
  3. «¿Cómo te llamas tú?» en lugar de «¿Cómo te llamas?».
  4. «Ella se llama María es mi amiga» en lugar de «Ella se llama María, es mi amiga».

Vulgarismos Semánticos:

  1. «Atrás» en lugar de «detrás».
  2. «Sobrino» en lugar de «sobrina».
  3. «Hacer una pregunta» en lugar de «responder una pregunta».
  4. «Irregardless» en lugar de «regardless».
  5. «Recién casados» en lugar de «recién casados».

Conclusión

Los vulgarismos son expresiones lingüísticas que desvían el uso correcto y formal de una lengua, a menudo empleados en contextos coloquiales.

Aunque son comunes en el habla cotidiana, es importante utilizarlos con prudencia y comprender cuándo y dónde son apropiados. Reconocer y evitar vulgarismos en la comunicación formal puede contribuir a una comunicación más efectiva y respetuosa.