Los sonetos son composiciones poéticas de 14 versos, estructurados en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos, que han sido la herramienta de grandes poetas para expresar sentimientos, reflexiones y descripciones a través del arte de la palabra.
Estructura del soneto
El soneto se divide en dos cuartetos (estrofas de cuatro versos) seguidos de dos tercetos (estrofas de tres versos).
Generalmente, la métrica es endecasílaba, aunque pueden encontrarse variaciones. A nivel rimático, el patrón más común es ABBA ABBA CDC DCD, pero existen variaciones según la tradición literaria.
Ejemplos de sonetos
(Debido a la extensión de los sonetos, proporcionaré sus primeros versos y el nombre de sus autores para que puedas buscarlos y disfrutarlos en su totalidad):
- «Amor constante más allá de la muerte» de Francisco de Quevedo.
- «A Dafne ya los brazos le crecían» de Garcilaso de la Vega.
- «Si para recobrar lo recobrado» de Lope de Vega.
- «Desmayarse, atreverse, estar furioso» de Lope de Vega.
- «Soneto XVII» de Pablo Neruda («No te amo como si fueras rosa de sal…»).
- «Volverán las oscuras golondrinas» de Gustavo Adolfo Bécquer.
- «Mientras por competir con tu cabello» de Luis de Góngora.
- «Cuando me paro a contemplar mi estado» de Pedro Calderón de la Barca.
- «El día que me quieras» de Amado Nervo.
- «Al túmulo del rey Felipe Segundo en Sevilla» de Francisco de Rioja.
- «Soneto a la rosa» de Sor Juana Inés de la Cruz.
- «Rima LIII» de Gustavo Adolfo Bécquer («Volverán las oscuras golondrinas…»).
- «A su retrato» de Sor Juana Inés de la Cruz.
- «Soneto de la guirnalda de rosas» de Rosalía de Castro.
- «Mariposa del aire» de Federico García Lorca.
- «A una nariz» de Francisco de Quevedo.
- «Soneto clxvi» de Luis de Argote y Góngora («Mientras por competir con tu cabello…»).
- «Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba» de Amado Nervo.
- «Soneto a Cristo crucificado» (Anónimo).
- «La dulce boca que a gustar convida» de Luis de Góngora.
Conclusión
El soneto ha sido, a lo largo de la historia, un formato privilegiado que ha permitido a los poetas plasmar sus emociones, reflexiones y bellezas en un molde estructurado.
A pesar de su estricta forma, su capacidad para evocar y conmover ha permanecido intacta, convirtiéndolo en un testimonio eterno del poder del lenguaje y de la poesía.