En la comunicación existe un modo de transmisión de mensaje que pretende un dominio del lenguaje a través de la alteración e inclusión de burlas peculiares en el contenido, refiriéndose al sarcasmo.
El sarcasmo es una forma de transmisión de mensajes en la comunicación oral y escrita. Requiere de la atención del emisor como también del receptor, para compartir una idea que en general incluye alteraciones del lenguaje como burlas, comparaciones o descalificadores.
El sarcasmo no persigue crear un ambiente positivo con la transmisión del mensaje. Se nutre de la espontaneidad de quien lo emplea traspasando barreras hacia la ofensa. Por ejemplo: ¡eres tan atento como una piedra! Refiriéndose a una persona que no se preocupó por alguien más.
Ejemplos de sarcasmo
- La verdad es que eres un genio (refiriéndose a alguien que dio una idea poco brillante o que ya había sido propuesta con anterioridad).
- Eres una chica muy bonita, y hoy estás especialmente bella (sobrepasa lo ofensivo cuando se le dice a una mujer que en ese momento está desarreglada).
- Había olvidado que tú eras el más inteligente, y que todos los demás éramos unos tontos (cuando una persona quiere sobreponerse ante los demás).
- ¡Habla más fuerte, que no te escucho! (cuando alguien está hablando muy fuerte en un espacio muy cerrado).
- Haz lo que tú quieras, no te preocupes por mí (ligado a los sentimiento y expresando que debería preocuparse más).
- Me gusta su perfume, ¿cuánto tiempo ha pasado sumergido en él? (se refiere alguien que tiene un perfume exagerado y se compara con que se bañó con su agua para quedar impregnado de olor).
- No hables tan fuerte que quizás me aturdes (cuando alguien está hablando muy despacio o en un tono de voz muy bajo).
- ¡Qué puntual eres! (se le dice una persona a otra en tono de reclamo cuando esta última llega tarde a una cita).