La reticencia es una figura retórica que consiste en omitir deliberadamente información relevante o crucial en un discurso o comunicación, ya sea por razones de prudencia, cortesía, estrategia comunicativa o para sugerir significados ocultos.
A través de esta técnica, se crea una tensión sutil entre lo dicho y lo no dicho, lo que puede despertar la curiosidad del receptor y fomentar una interpretación más profunda.
Ejemplos de reticencia
- «Perdí algo importante en mi última mudanza, pero prefiero no hablar de ello.»
- Un político dice: «He tomado decisiones difíciles por el bien del país.» Sin mencionar las medidas impopulares que tomó.
- En una conversación sobre un problema de relación, alguien comenta: «Hubo un malentendido, pero ya está resuelto.» Sin explicar los detalles.
- Un personaje en una novela menciona: «A veces, es mejor no saber la verdad completa.»
- Un amigo dice: «Tu ex me contó algunas cosas sobre ti, pero no debería entrar en detalles.»
- En una película, un personaje afirma: «Hice lo que tenía que hacer para sobrevivir.» Sin detallar sus acciones extremas.
- Un empleado en una entrevista laboral dice: «Tuve ciertos desafíos en mi trabajo anterior, pero aprendí mucho.» Sin mencionar los conflictos.
- Durante una conversación sobre un logro académico, alguien comenta: «Fue un proceso intenso, pero valió la pena.» Sin compartir las dificultades.
- En una declaración pública, un atleta menciona: «Superé obstáculos para llegar aquí.» Sin especificar cuáles.
- Un personaje en una serie dice: «Tengo secretos que prefiero no revelar.»
- Durante un testimonio en el tribunal, un testigo afirma: «Vi algo importante, pero temo represalias si hablo.»
- En una conversación sobre un error costoso, alguien dice: «Aprendí una lección valiosa, pero no quiero hablar más de ello.»
- En una historia de misterio, un detective dice: «Hay detalles que no puedo compartir en este momento.»
- Un empresario menciona en una conferencia: «Hubo momentos difíciles en el camino al éxito, pero perseveramos.» Sin mencionar las crisis.
- En una carta personal, alguien escribe: «Me pasaron cosas inesperadas, pero estoy enfocado en el futuro.» Sin entrar en detalles.
- Durante una entrevista sobre un proyecto creativo, el artista comenta: «Exploré ideas diversas antes de encontrar la dirección correcta.» Sin mencionar los fracasos.
- Un personaje en una película dice: «Mi pasado es complicado, pero eso me hace quien soy.»
- En una conversación sobre una aventura, alguien menciona: «Viví momentos increíbles que no olvidaré.» Sin compartir detalles sensibles.
- En una conversación en línea, alguien comenta: «He tenido experiencias únicas en mi vida, pero no puedo contar todo aquí.»
- Un científico en una entrevista declara: «Hubo desafíos en mi investigación, pero logramos avances significativos.» Sin mencionar los contratiempos.
Conclusión
En resumen, la reticencia es una poderosa herramienta comunicativa que permite a los hablantes influir en la percepción de la audiencia al seleccionar cuidadosamente la información que comparten.
A través de ejemplos como los mencionados anteriormente, hemos explorado cómo la reticencia puede añadir profundidad y misterio a la comunicación, despertando el interés y la intriga del receptor.
Al omitir detalles específicos, los hablantes pueden crear un impacto emocional y sugerir significados ocultos, invitando a la audiencia a reflexionar y llenar los vacíos con su propia interpretación.