La palabra pregón se refiere al acto de pronunciarse, de alzar la voz pero no en sentido de rebeldía sino de festividad, siendo los pregones un grupo de personas encargadas de llevar versos y rimas a las calles, apoyados con música.
El pregonero tuvo su auge al final del siglo XIX en América Latina, iniciándose como voceros en la calle para vender frutas, alimentos y cualquier variedad de productos. Manifestando que dadas las temperaturas frescas del trópico, era más viable comercializar al aire libre.
La factibilidad de este tipo de ventas callejeras era tanta, que el pregonero incluyó la música con los versos en sus ofertas para aumentar su público. Luego de un tiempo fueron alejándose casi por completo de las calles, y a su vez de las ventas.
La creación de urbanismos e infraestructuras especializadas en compra y venta, fueron dejando atrás las rimas de los pregones, suplantándolos por las tiendas formales en las que no queda lugar para la algarabía.
Ejemplos de pregones
- Panaderos en bicicletas o caminando recorriendo las calles con su pregón: ¡Pan, calientito!
- Vendedor de donas, con su cesta llena de sus productos y su pregón: ¡Donas, donas, lleve sus donas o usted me las dona!
- Vendedores de frutas en espacios abiertos como los mercados comunales y su pregón: ¡Mire este cambur, en ningún lado encontrará uno más grandote! ¡Pura calidad le traigo, mire, vea, toque y llévelo a buen precio!
- Venta de empanadas con su puesto de comida pero atrae al comprador con su pregón en rima: ¡Empanadas bien sabrosas para las buenas mozas! ¡Empanadas bien calientes para los más valientes!
- Ferias de la comunidad con sus rimas atraen a niños y adultos: ¡Señor, señora, mande al niño o a la niña! ¡Mándelos que aquí traemos dulces, colchones inflables, juegos, premios y mucho más! ¡Venga, vea precio y calidad!