Al movimiento delicado y pasajero que afecta directamente a las hojas de árboles o plantas de diversos tamaños, se le denomina nastia. Es producido por factores externos como el viento o factores internos como estímulo de las flores.
En botánica, la nastia es un estímulo que reciben las plantas junto a todos sus elementos, es decir, las hojas, los pétalos, las flores y el tallo. Este estimulo puede ser provocado a través de la fotosíntesis, que es un proceso mediante el cual la planta se alimenta.
Otra forma de nastia es a través de estímulos externos como el viento, el cual interviene en la posición de la planta además de nutrirla. La nastia popularmente se considera como un movimiento leve, pero existen diversos niveles dependiendo de la inducción natural que lo desencadena.
Ejemplos de nastia
Fotonastia: Es la respuesta de una planta ante un estímulo externo natural como la luz y se observa en la apertura de ciertas flores al amanecer o al anochecer.

Haptonastia: Es la respuesta de una planta mediante el contacto, y se relacionan con el movimiento o sentido de orientación. Siendo los estímulos externos como el viento los que la hacen posible.

Hidronastia: Es provocada por contenido hídrico y en respuesta a la humedad del ambiente en caso de ser por estímulo externo, pero también puede ser producida internamente como en la apertura de los esporangios en los helechos.

Nictinastia: Es un estímulo reversible que está ligado con la luz, y la respuesta es la posición de las hojas. En el día, al estar en disposición con los rayos del sol, las hojas se encuentran extendidas hacía arriba. En la noche cuando hay ausencia de luz se vuelven hacia abajo, como dormidas.

Sismonastia: Es la contraria a la haptonastia, ya que esta es producida cuando el estímulo es un movimiento brusco, como el de las plantas carnívoras el cual no es un movimiento individual sino que dada su fuerza, inquieta a las plantas cercanas.
