Los moluscos son invertebrados incluidos en una de las familias más grandes del reino animal con existencia de más de 100.000 especies descritas, entre ellas los caracoles, ostras y mejillones.
Los moluscos reciben su nombre por su cuerpo amolado. Son animales que no tienen vertebras, y su manera de subsistencia es desplazándose por medio de líquidos segregados los cuales desbordan tanto en su hábitat terrestre como los que viven dentro de los océanos y playas.
Entre las características similares de toda la familia de moluscos, se encuentra la concha en forma de espiral para su protección de los depredadores que puedan atacarlas. Su recolección es destinada hacia la gastronomía y la confección de joyas.
5 Ejemplos de moluscos
Caracoles: Los máximos representantes de esta familia de animales habitan tanto en el agua, donde son comúnmente llamados caracolas, como en la tierra. Se mueven por medio de contracciones musculares y miles de dentículos.
Ostras: Su hábitat es acuático. A diferencia de los moluscos terrestres, las ostras contienen branquias las cuales permiten su supervivencia en las aguas saladas. En su interior contiene perlas las cuales son formadas por residuos de arena.
Mejillones: Habitan en los mares. Son comúnmente reconocidos por sus nutrientes internos que benefician tanto la salud mental como la física del ser humano por tener alto contenido de vitaminas, aminoácidos y minerales.
Almejas: Se encuentran enterradas en arenas, en terrenos llenos de barros o en orillas de ríos y mares. Es utilizada para la gastronomía en acompañamiento de ensaladas, arroces o pastas.
Berberechos: Vive en aguas saladas. Su concha es de color blanco con tonos grisáceos. En su interior conserva una bolita de carne, la cual es usada comúnmente en la gastronomía europea y un coral que es utilizado para joyería, así como para colecciones artísticas.
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