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Ejemplos de kinesia

Los movimientos corporales, los gestos y reacciones que se tienen cotidianamente, van englobados en una manera de comunicación llamada kinesia. Este tipo de transmisión de mensajes es el acompañante de la voz o de la intención con la que se dirige una persona hacia los demás.

La kinesia es un lenguaje compuesto por los gestos, reacciones, posturas, manera de caminar y hasta de vestir. Está integrada en la comunicación no verbal. Es un modo de transmisión de mensajes involuntarios, siendo acompañante del mensaje oral e interviniendo directamente en la manera como el interlocutor recibirá el contenido.

Se dice de contenidos involuntarios puesto que la postura y los gestos que puedan surgir espontáneamente dirán mucho sobre el mensaje que se está transmitiendo, por ejemplo: si una persona habla de estar feliz pero si sus gestos son rígidos o su postura no es recta, dará a entender un mensaje opuesto a del su contenido oral.

Ejemplos de kinesia

  1. La expresión facial: dice mucho de cómo se siente una persona anímicamente. Da mucho entendimiento al mensaje oral que se transmita, por ejemplo: cuando una persona reitera que tiene mucha energía pero su cara da a entender que se acaba de levantar y no cuenta con ánimos suficientes.
  2. Fruncir el ceño: esta transmisión corporal puede ser inconsciente ya que muchas personas pueden hacerlo de forma natural sin intervenir en la difusión del mensaje, sin embargo, cuando se está hablando con otra persona y se frunce el ceño, se pudiese entender como un regaño o que la intención es de molestia.
  3. Los ojos: los ojos son “el alma” de una persona. Al transmitir un mensaje la capacidad visual del interlocutor dirá que tan seguro de sí mismo está y que tan certero es el contenido que está compartiendo. Si se desvía la mirada puede dar la sensación de nerviosismo o de engaño.
  4. Las manos: pueden mostrar desde amabilidad, nervios, molestia hasta cariño. Si una persona le toca la mano a alguien mientras habla puede ser una estrategia de acercamiento, es utilizada comúnmente en las negociaciones. Otro caso es cuando no se tiene las manos quietas, produce sensaciones de nervios, inseguridad o desesperación.