Suponer como es una cosa, de qué está hecha, sus colores, tamaño o textura, es una inferencia. Predecir algo que no se ha visto ni se sabe con exactitud pero con pocos detalles se imagina el resultado. Ejemplo: infiero que se rompió la bolsa porque llevaba mucho peso.
Las inferencias suponen resultados que ya se han obtenidos en otras experiencias, por lo que el recuerdo de ese momento o las lecciones aprendidas harán posible una inferencia acertada o equivocada.
Mediante la ausencia de un conocimiento previo de un objeto o situación, las inferencias resultan efectivas para conceder un futuro imaginario, presumiendo resultados, detalles o motivos por los cuales suceden los acontecimientos.
Riesgos de las inferencias
Estas predicciones subjetivas de los acontecimientos pueden ser riesgosas porque pueden surgir en ideas erróneas del suceso, comprometiendo a las personas, objetos u momentos involucrados.
Por ejemplo: inferir que dos personas son novios solo porque van caminando sonrientes. Puede acarrear consecuencias para ambos personajes los cuales pueden estar solamente caminando y riéndose de algún recuerdo en común.
Se debe estar muy seguro y consciente de las inferencias que se realizan, así como de las situaciones o momentos en los que surgen los comentarios para predecir el resultado de un acontecimiento.
Ejemplos de inferencias
- Ir caminando por la calle y ver una calle colapsada de carros. Se puede inferir que hubo un choque, por eso está trancada la vía, al remover el carro chocado hacia un lado se liberarán los carriles.
- Al saludar a alguien en la calle y este no responde inmediatamente o su saludo pudiese ser rápido, se puede inferir que esa persona está enojada. Cuando la realidad pudiese ser que este apresurada por llegar a tiempo a alguna parte o incluso que no haya escuchado el saludo inicial.
- Inferir que una persona es mala porque viste diferente a los demás o tiene gustos particulares. Además que esto incluye la acción de juzgar, sin saber o conocer la vida del otro individuo y las causas que lo llevan a actuar de cierta forma.
- Suponer que una comida no es sabrosa por no atreverse a probar nuevas mezclas, es un acto de inferencia. Esto sucede por miedo al descubrimiento o por encasillarse dentro de parámetros que rige la sociedad.