El término indiferencia, proviene del latín indifferentĭa y se define como el estado de ánimo que posee una persona que no siente inclinación o algún sentimiento hacia alguien. Se trata de un sentimiento que no le resulta ni positivo ni negativo hacia alguien o algo.
¿Qué es?
La indiferencia es un punto intermedio entre el amor y el odio. Cuando una persona refleja aprecio es un sentimiento agradable o cuando demuestra desprecio por alguien o algo es un sentimiento negativo. En cambio, una persona al mostrar indiferencia se está mostrando apática sobre una situación específica.
Una persona indiferente es aquella que no demuestra ningún interés o emoción sobre algún tema, persona o momento especifico.
Según los psicólogos, la indiferencia es un problema social debido a que se le acusa a la persona de ser fría o insensible sobre ciertos eventos o situaciones que pueden suceder en su día a día.
Los psicólogos consideran que el término de la indiferencia no existe o no es absoluto, porque nadie puede ser indiferente por completo, solamente que una persona puede estar poco interesada en determinada cosa o situación, lo que tiende a confundir.
La indiferencia es empleada por los individuos que tienen un marcado carácter autodefensivo que piensan que de esta manera no serán despreciados o heridos.
La indiferencia del ser humano sobre problemas emocionales y del mundo. Esta se conoce como “etoicismo” el cual es un movimiento filosófico que pretende la liberación del ser humano de todo los problemas del mundo para buscar la felicidad verdadera.
Ejemplos de indiferencia
- Apatía hacia la muerte de un familiar.
- Desinterés en temas políticos de una determinada región
- Indiferencia hacia la presencia de una persona.
- Ignorar temas sociales de gran interés mundial.
- Perderse partidos nacionales de futbol porque no le gusten los deportes.
- Poco interés en ayudar a una persona si pasa por alguna situación difícil.
- Indiferencia al compromiso en todos los sentidos.