Una palabra o idea implícita es aquella que aunque no esté registrada en el texto, es evidente para el lector, quien se crea una imagen de suposición sumando coherencia al párrafo. Un ejemplo de idea implícita es el siguiente: en el juego de futbol metieron gol (es implícito que la pelota entró en la arquería).
Lo implícito se refiere a todo aquello que es evidente, sea una acción, una idea o una palabra. Su contrario es explícito, que es la explicación o descripción clara y concreta de lo referido.
En redacción se debe tener cuidado con el uso excesivo de oraciones implícitas ya que el lector debe asumir ciertas ideas, más no todas, porque si no perdería el sentido y la cohesión el texto.
Ejemplos de implícito
- Compré en la tienda un litro de leche (indica que el sujeto que realiza la acción es en primera persona, pero se elimina el “yo”).
- Tienes mucha energía para hacer ejercicio (indica que se está refiriendo a otra persona y que el pronombre eliminado sería “tu”).
- La novela cien años de soledad fue escrita por uno de los mejores autores de obras literarias hispanoamericanas (oración para un público específico, por ello se debe tener sumo cuidado con los demás lectores que no sepan de la referencia hacia Gabriel García Márquez).
- En la clase de literatura, leímos con mucho interés el cuento que el maestro llevó. (El sujeto implícito en esta ocasión no es uno sino varios, por lo que el pronombre eliminado fue “nosotros”).
- La casa tiene goteras en el techo. Será reparado antes de que comience la temporada de lluvias. (Para no repetir la palabra techo, deja la idea implícita de que se continúa hablando de él en la segunda parte de la oración).