A la reseña visualizada en las lápidas o tumbas se les denomina epitafio, el cual honra a la persona fallecida y sirve como identificador para familiares y allegados, sobre el lugar donde está enterrado el cuerpo del fallecido.
En conclusión, el epitafio es un escrito utilizado para el recordatorio de un difunto. Generalmente los epitafios se caracterizan por tener frases reflexivas o alguna acción relevante de la persona, acompañado de su nombre, fecha de nacimiento y de muerte.
El epitafio puede contener tantas palabras o decoraciones se considere y ocupe un espacio establecido. En caso de ser en la lápida, las letras son talladas. Cuando son directamente sobre la tumba, se utiliza tierra húmeda para crear las siluetas de las letras o dibujos.
Entre los más comunes epitafios se encuentran los poemas o refranes impresos en placas de cerámica. Los famosos o personas relevantes de una sociedad, escriben sus epitafios de acuerdo a su estilo de vida, a una cita bíblica o alguna característica que los defina frente a los demás.
Ejemplos de epitafio
- Epitafio de Billy Wilder, director y guionista norteamericano: “Soy escritor, pero claro, nadie es perfecto”.
- Epitafio de Bette Davis, actriz norteamericana: “Lo hizo a su difícil manera”
- Epitafio de Frank Sinatra, el hombre de las mil voces: “Lo mejor aún está por llegar”
- Epitafio de William Shakespeare, escritor y poeta inglés: “Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos”
- Epitafio de Jean-Baptiste Molière, dramaturgo, actor y poeta francés: “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”
- Epitafio de Vicente Huidrobo, poeta chileno: “Abrid la tumba, al fondo de esta tumba se ve el mar”
- Epitafio de Enrique Jardiel Poncela, dramaturgo español: “Sí buscáis los máximos elogios, moríos”