Son llamados ditirambo a los escritos que usualmente se creaban en motivo al Dios de la sensualidad, Dionisos. Se presentan como cantos, poemas, o anécdotas de carácter romántico, destinados a persuadir y alabar a quien lo escucha con sus características más bellas.
La designación de ditirambo proviene del Dios griego Dionisos. Estos escritos se caracterizan por ser exagerados y destinados a envolver por medio de versos románticos que detallen las mejores cualidades de una persona en cuestión.
Dionisos
En la antigua Grecia existía la mitología del dios Dionisos, que aseguraba que este ser era quien permitía los romances de esta sociedad. Es por ello que se le enaltecía u ofrendaba para recibir de sus méritos un acompañante amoroso.
Al inicio las estrofas eran compuestas para alabar al dios, sin embargo, se realizaban adaptaciones para compartirlas con el resto de la sociedad y utilizarlas como método de conquista.
Así ocurrió hasta que se convirtió en obras superficiales llenas de un contenido muy fingido que abandonaba su origen poético o de alabanza.
Características del ditirambo
Su origen proviene del dios Dionisos.
Son versos que persiguen exagerar las cualidades positivas de una persona.
Se presentan como cantos, poemas, anécdotas u obras donde se observen las emociones.
Ejemplos de ditirambo
…¡Y el ditirambo se hizo carne,
y habitó entre nosotros!
José Antonio Moreno Jurado (escritor y poeta español)
¡Oh tú, mi ditirambo, mi pena, pena mía
Que naciste conmigo, que me llevas.
Que reconoces en tu rostro mi rostro, mi vientre, mi costado,
mi dolor que es dolor de cada césped perseguido…
José Antonio Moreno Jurado (escritor y poeta español)
Luna, tenme en ti: protégeme del sol.
Árido ojo que impiadoso espía.
Las miserias del alma.
Oscar Portela.
Mi corazón como un dátil maduro.
Presto a caer sobre ardientes desiertos.
Sin moradas ni patrias solísimo y moreno.
Oscar Portela.
Surgiste como de un fondo impreciso.
Que se alzó de pronto sin someterse a la mesura,
Veraz, encadenado. Se lanzó.
Como rugiente esfera a taladrar mi carne.
José Antonio Moreno Jurado.