El disfemismo es el conjunto de palabras referidas a degradar, provocar de forma negativa y humillar a un tercero para un bienestar o satisfacción propia. Integra chistes o comparaciones vergonzosas dirigidas a una persona en particular.
Es un recurso del lenguaje. Se utiliza tanto la lengua oral como la escrita, ya que no solo se fundamenta en referirse al otro mediante ofensas. También en la escritura se pueden encontrar referencias negativas sobre una situación o persona.
En parte se ha aceptado el disfemismo mientras se disponga con humor, sin embargo, la utilización de connotaciones peyorativas sigue siendo abundante en su origen y no calificada para todo tipo de público o situaciones en los que amerite respeto hacia los demás involucrados.
Ejemplos de disfemismo
- Cuando se hace referencia a un médico y se le llama matasanos. Una ofensa para el profesional de la salud que hace lo posible por salvaguardar la vida.
- Al llamar a un abogado con la etiqueta de gánster, por haber hecho un juicio objetivo y justo. Es probable que los contrarios como parte de su rebeldía le coloquen el apodo.
- Al nombrar a una alguien que utiliza lentes como cuatro ojos. Denominación ofensiva para una persona con esta discapacidad visual. Siendo delicado en el caso de los niños o jóvenes que puedan presentar a la larga inseguridad.
- Una persona que tenga el cabello rizado es propenso a ser llamado por los demás, pelo malo. La sociedad permite estos chistes denigrantes los cuales pueden a largo plazo causar inseguridades.
- A una persona de baja estatura llamarla enano o pitufo refiriéndose a la película animada donde los protagonistas son de pequeño tamaño.
- “Podría haberlo matarlo en vez de haberlo entregarlo a los tribunales” En las confesiones obscuras cargadas de odio o venganza.
- Referirse a una persona como tonto, como tarugo, comparándola con el trozo o taco de madera inútil y sobrante que desprecia un carpintero.