La comunicación pasiva es un estilo de interacción interpersonal en el que una persona tiende a reprimir sus pensamientos, sentimientos o deseos, evitando expresar abiertamente sus opiniones o necesidades.
Este enfoque de comunicación a menudo conlleva a la falta de assertividad y puede dar lugar a malentendidos, frustración y una comunicación ineficaz en general.
Tipos de comunicación pasiva
- Sumisión: Cuando alguien acepta pasivamente la voluntad de otros, incluso si difiere de sus propios deseos o necesidades.
- Autocrítica excesiva: Donde una persona se culpa constantemente a sí misma, evitando responsabilizar a otros por los problemas.
- Evitación de conflictos: Al evitar situaciones difíciles o confrontaciones en lugar de abordar problemas abiertamente.
- Dificultad para decir «no»: Incapacidad para rechazar peticiones o compromisos, incluso cuando son inconvenientes o no deseados.
- Falta de expresión emocional: Ocultar emociones genuinas por temor a la reacción de los demás.
- Asentimiento constante: Aceptar sin cuestionar las opiniones de los demás.
- Evitar la crítica: No expresar desacuerdo o descontento por temor a herir los sentimientos de otros.
Ejemplos de comunicación pasiva
- «No importa lo que elijas, está bien para mí.»
- «Tal vez no sea una gran idea, pero si a ti te gusta…»
- «Supongo que puedo hacerlo si realmente lo necesitas.»
- «No quiero molestarte, pero…»
- «No me siento muy bien, pero está bien, no te preocupes.»
- «Sé que esto puede sonar tonto, pero…»
- «Creo que debería callarme, pero…»
- «No quiero causar problemas, así que haré lo que quieras.»
- «¿Puedes hacerme un favor? No es gran cosa, realmente.»
- «Sé que tienes una opinión diferente, pero no importa.»
- «¿Puedes dejar de hacer eso, por favor? Si no te importa, claro.»
- «Supongo que siempre tengo la culpa de todo.»
- «No puedo creer que haya arruinado otra cosa.»
- «Sé que te enojaste, y probablemente lo merezco.»
- «No sé si debería decírtelo, pero me lastimaste.»
- «Si no te gusta, puedo cambiarlo, no es un problema.»
- «Probablemente no debí haber dicho eso, lo siento.»
- «Sé que estoy equivocado, pero…»
- «Si no quieres hacerlo, está bien, olvídalo.»
- «No puedo decirte que no, no quiero herir tus sentimientos.»
Conclusión
En resumen, la comunicación pasiva es un estilo de interacción que implica evitar la expresión abierta de opiniones, deseos o emociones.
Esto puede llevar a malentendidos, falta de satisfacción personal y relaciones interpersonales menos efectivas.
Es importante reconocer y comprender este tipo de comunicación para promover la asertividad, la claridad y la resolución de conflictos en nuestras interacciones diarias.
Aprender a comunicarnos de manera más asertiva puede mejorar significativamente la calidad de nuestras relaciones personales y profesionales.